En el año 2007, la marca del león, volvía a Le Mans con el objetivo de reverdecer los laureles del mítico 905. La reglamentación estaba mucho más a favor de los grandes fabricantes de coches, que montaban propulsores diesel, así los galos crearon un prototipo de cabina cerrada con el que apostar por una victoria en el circuito de La Sarthe. El coche nació con múltiples problemas que los ingenieros fueron resolviendo poco a poco. Por ejemplo, el motor tenía tal cantidad de par que retorcía las carcasas de los cambios y el chasis. Otros problemas de fiabilidad se fueron solucionando al igual que de aerodinámica -los espejos iniciales vibraban a 300km/h- hasta la evolución de 2009 donde se hicieron con una victória épica, con el español Marc Gené al volante.
A escala, Avant Slot, recorrió la vida de este coche que fue capaz de poner contra las cuerdas a la todepoderosa escuadra de los cuatro aros. Solo la crisis y el recorte de las ventas de Peugeot hizo desistir del exitoso programa de LMP de la marca, teniendo menos victorias de las que realmente se merecía un coche tan sobervio. Podemos encontrar entre las referencias de Avant Slot varios de las decoraciones más emblemáticas, con sus cambios en carrocería oportunos como los mencionados escapes o las entradas de aire a los dobles turbo Garret según evolucionó el modelo. También destaca el cambio de alerón del año 2009.
